29 septiembre 2007

Ñoñerías 13 a 16: Popurrí


El mundo está podrido, aseguraban hace poco en una tertulia forera de tantas. El motivo concreto por el que se llegaba a tal conclusión es irrelevante ahora pero la pesimista conclusión sale a la luz en este desván por el hecho de que sea tan fácil encontrártela como final de muchas diatribas de mucha gente distinta; parece haber consenso en eso y eso, el consenso, no es fácil encontrártelo como final de nada. El mundo está podrido y uno de los motivos concretos por el cual llegar a esa conclusión es el racismo, la xenofobia, el odio al diferente, el odio porque sí añadiría, por juzgar a la persona no por su buen o mal hacer, sino de antemano porque una piel refleja una parte del espectro específico de la luz blanca que recibe y absorbe las demás, y otra piel refleja otra parte distinta. Pueden acusarme de dar una explicación estúpidamente simple, y al menos en uno de los epítetos habría razón.
Este ñoño nació en un país impúber, en poco menos de doscientos años no da para grandes enemigos más allá del fútbol, eso te quita la capacidad de guardar deudas históricas flagrantes, cavernarios y oscurantistas agravios; los nacidos en América tenemos uno sólo de esos agravios y se le llama y festeja de forma diferente. Puede que en parte por esa procedencia y en parte por la educación que vino después este ñoño que escribe no comprende en demasía la necesidad de agarrarse a las raíces propias con tanta importancia y tanto celo; al fin y al cabo esas raíces se diluyen con echar la vista atrás, a veces un par de cientos, a veces un par de miles de años, según donde el destino, la casualidad o la fe te haya ubicado en su momento.

El mundo no está todo podrido, claro que no, lo que ocurre es que ahora el olor llega a todos los sitios.

La primera tira de Dany el Ñoño salió publicada en el Nº67 de Ojodepez "Especial Racismo", y las que figuran a continuación y por ese orden en los números 65 "Yo hice de muerto en El Comisario", 66 "Tarantino" y 68 "El último capítulo de..." No dejen de visitarlo amigos.