22 diciembre 2008

Felices Fiestas


Ya estamos otra vez con éstas, y en éstas, y parece mentira que ya estemos otra vez. Se nos pasa la vida como un azucarillo en un café o, si me permiten, en un té con limón con poco té y con mucho limón. No voy a hecer recuento del año envejecido, para qué. No voy a filtrar motivos paganos, para qué menos. No voy a repasar las facturas a pasar, faltaría más. Al final sólo quedan los demás porque solos, reconozcámoslo, no somos nadie. Así que unámonos a ellos, los demás, en el buen deseo rutinario de fin de año. Desde este enmohecido desván sólo parten ñoños anhelos de paz y felicidad para todos. Con un poquito de pan dulce (las pasas son opcionales). Que os vaya bien la cosa, gente que no está.


10 octubre 2008

Animándome


Recordando una vieja batallita recordé este viejo videoclip y se me ocurrió convertirlo en una excusa como cualquier otra para reflotar el desván. No lo acompaña reflexión absurda alguna ni circunloquio de ñoño solemne; escribo esto porque quería decir "circunloquio" y no me daba el intelecto para colocarlo con un ápice de sentido.
Los dibujos animados no se hacen así, pero yo los hice así más o menos, en alguna que otra ocasión. Espero les guste el invento.


22 junio 2008

Génesis

Llegados a este punto, conviene recapitular. ¿Quién no aborrece las escenas de las películas en las que nos retrotraen por enésima vez al origen archiconocido del héroe? Sin duda de estar leyendo esto mesnadas asentirían con gesto y voz, haciendo uso incluso de algún improperio a juego.
¿Por qué, pues, llegados a este punto, conviene recapitular?
Son varias las razones.
Porque El Ñoño no es un héroe, ni un antihéroe ni mucho menos. Sus orígenes no nos aseguran poderes especiales surgidos de rayos gama, o de nacimientos allende las estrellas, o de picaduras con imaginación. No, sus poderes son de andar por casa y limitados por la dueña de la casa. No acudimos por tanto a los tópicos, y por tanto no son tan archiconocidos los orígenes, ni archi ni conocidos a secas; son de lo más mundanos, irrisorios, sosainas...
¿Por qué, entonces, llegados a este punto, conviene recapitular?
Por una suerte de coincidencias que desembocan en la verdad: en un blog ñoño no son necesarios los motivos, no hay mesnadas que asientan al otro lado, no tiene más razón de ser que el capricho o una serie de coincidencias. Alguien podrá pensar que esto no constituye un motivo por si solo, y no seré yo quien lo contradiga. Si a pesar de ello prestan atención a las palabras de un pingüino elegante, es posible que encuentren un rinconcito de tiempo no demasiado mal gastado. Como dijo aquel, llegados a este punto... vayamos por partes.

Esta Génesis está publicada en el actual Nº80 de Ojodepez "Especial Antes y Ahora". Seguimos en la brecha, piano, piano si va lontano.



28 marzo 2008

Quattrocento ya en todas sus fruterías


Esto empezó hace mucho, mucho antes de que empezara puestos a ponernos crípticos, y puestos a ponernos sentimentales, mucho despúes de lo que me hubiera gustado. Empezara donde empezara acaba hoy en todas sus fruterías y tiendas de cómics; pregunten al frutero por él pregunten, entre los kiwis y las castañas, entre las fresas de temporada y los limones de siempre, entre dos estantes de cosas más interesantes, ahí estará. Yo les dejo leerlo rápido de tapadillo si el frutero consiente; si ya se lo llevan para casa será bajo su entera responsabilidad. Pongo mi empeño pues en usufructo, cuídenmelo. Y pongo el final ahora, en su lugar, creo. Con las gracias que tocan.

De bien nacidos es ser agradecidos, y yo nacer bien nací, mi madre está para dar fe, otra cosa es que me torciera después. Esto de los agradecimientos es para las partes implicadas, desde fuera se puede ver superfluo o incluso pretencioso, pero he pensado que las partes implicadas bien pueden suponer un gran porcentaje de la audiencia, así que yo me lanzo desde ya.

Gracias infinitas a mi familia primero y siempre, por aguantarme tanto y por tanto más, nunca podré agradecer bastante por eso: papás, Paty, Sasa, Elo y Elen, gracias.
A mis amigos, en especial a los de siempre, Goyo (siento que la idea de los perritos de la pradera no cuajase), y David. A Ojodepez y toda su gente loca y maravillosa, por hacerme volver y por hacer que me quedara. A los chicos de Gráficos y toda su gente loca y maravillosa también. Eso sí que incluye a Davinchi, claro. A Art Box gracias, por podrirme en el infierno de la envida y animarme a la vez a dibujar en él, por reirse de sí mismo conmigo dentro, por enseñarme que hasta Moebius se equivoca y lo que es un moleskine eterno, por hablar siempre de lo mismo; porque dibujo mejor ahora, gracias. A Javi por darme el link y por su arte hiperrealista y por sus “pites sueltes.” Y a Jorge por subirme al tren.

Gracias.


10 enero 2008

Ñoñerías 17 a 22: La declamatoria


De incontinencia verbal sufrimos muchos, de hecho por sufrir la sufren los que tenemos al lado; otra cosa es que tengamos algo que decir, o que tengamos idea de lo que decir o de lo que decimos. El caso es hablar y meter baza, lo que no está nada mal ni nada bien ni todo lo contrario, es un ejercicio la mar de sano. Otra cosa (otra vez), es que uno se crea mucho lo que dice e intente convencer, adoctrinar, sectarizar al personal embuído de una onanista satisfacción por darse la razón a si mismo y que aspire al éxtasis cuando se la den los demás.
El ñoño peca de eso a veces, ante una sociedad que lo arrincona al incomprendido le sale la vena declamatoria absurda y postula cual párroco de pueblo al que todos miran pero nadie escucha su idea de la vida. No es para que le den la razón, no, eso está difícil. La razón es como el peluche que no soltaste hasta que eras demasiado grande para tener peluche y ahora vive en el trastero junto a los trastos de la teletienda: no la soltamos fácilmente ni la damos porque sí. No, como digo, el ñoño sólo quiere que le escuchen, casi nada. En los mundos de internet, que no se parecen a los de Yupi, es más fácil, aquí no te interrumpe ni el tato la perorata y no te lee ni el gato la perorata pero al menos uno se hace la ilusión de que lo escuchan, la ilusión de un ñoño que no quiere más que eso y, que además, sabe escuchar muy bien.


La primera tira de Dany el Ñoño salió publicada en el Nº74 de Ojodepez "Especial Censura", y las que figuran a continuación y por ese orden en los números 69 "Impotencia", 70 "Políticamente incorrecto", 71 "Gñ", 72 "Isra no quiere hacer este tema", y 73 "Suicidios".
No dejen de visitarlo amigos.